“Estamos puliendo una nueva fase del plan de lucha contra la
guerra económica, que va a ser demoledora”, explicó el presidente Nicolás
Maduro desde el estado Barinas, donde inauguró un nuevo supermercado de la red
Pdmercal.
Antes, a su regreso de la cumbre en Panamá previo paso por
Cuba, había aclarado un tema en discusión en filas de las izquierdas
latinoamericanas tras el contundente resultado de la cita presidencial de la
cual Barack Obama, abrumado por la definición de 33 de los 35 mandatarios a
favor de Venezuela, decidió retirarse abrupta y subrepticiamente: ¿aprovecharía
Maduro el enorme espacio ganado para conciliar con la oposición interna desde
relaciones de fuerza favorables a su gobierno?
Maduro explicó que regresaba “dispuesto a radicalizar la
Revolución contra todos los que la sabotean desde lo económico, no me importa
el apellido y nombre que tengan. Y pido a los poderes del Estado mano dura”.
Tal ratificación la hizo el jefe de Estado, además, en una fecha simbólica: el
13 de abril se cumplían 13 años del fulminante contragolpe con el que pueblo y
fuerzas armadas rescataron a Hugo Chávez y lo restituyeron a la Presidencia.
“Vamos hacer un 13 abril en lo económico, con el apoyo del pueblo y los
ministros, se acabaron las sonrisitas con la burguesía que respondan por los
dólares que se les dieron (…) Voy a ir a la raíz y sacar lo podrido que está
abajo, ellos creen que pueden continuar con su jueguito abusando de la
confianza y de la fe del país”.
Y agregó el Presidente: “El que no pueda sostener su
actividad económica que se vaya, pero el que encontremos en conspiraciones de
saboteo tiene que ir preso y pagar lo que le hacen al pueblo. Ya basta. Todo
tiene un límite”.
A continuación explicó: “Le dije al vicepresidente Ejecutivo
(Jorge Arreaza) que sin demoras y sin faltas, citen a los empresarios que
recibieron los dólares para la importación de esos dos productos que no se
hacen en Venezuela, muy sensibles a la vida adulta. Los investiguen, revisen
sus cuentas, vayan a los almacenes y si es necesario, vamos a detenerlos y
entregarlos a la fiscalía, porque estoy seguro que están detrás del plan de
sabotear a nuestro pueblo”.
“Algunos (de esos saboteadores) son dueños de media ciudad
de Panamá. ¿Con qué dólares compraron torres lujosas donde cada apartamento
cuesta dos y tres millones de dólares?” preguntó, para agregar: “vamos a
apretar la mano, pero pido que la apretemos entre todos”. Para completar la
respuesta a la incógnita señalada, Maduro ratificó la determinación de
construir el socialismo en Venezuela como única respuesta a la doble escalada
de Estados Unidos y la oposición interna. Y subrayó que estas eran las
conclusiones comunes de su encuentro con Fidel, donde también se reafirmó el
papel estratégico del Alba.
Unidad en la acción
Muy lejos del nuevo tópico enarbolado por la prensa mundial
para desprestigiar al gobierno revolucionario, la firmeza contra los
saboteadores se encara con mayor participación de los organismos de masas y la
creciente cohesión entre estos, el Gobierno y la Fuerza Armada. También con la
certeza de que se afronta una instancia clave en las próximas elecciones
legislativas, aún sin fecha. Un país abroquelado contra la agresión
imperialista adelanta en previsiones confirmadas por todas las encuestas serias
que las fuerzas de la revolución vencerán en esa nueva contienda electoral.
Pero entre los máximos dirigentes priva la certeza de que no se puede continuar
gobernando efectiva y eficientemente si la burguesía tiene espacio para
sostener su guerra económica.
La necesidad de producir más y garantizar mejor la cadena de
distribución de bienes de todo tipo, así como de acabar con la inflación y la
especulación, es una certeza para bases y dirigencias.
En ese contexto se llevó a cabo el primer encuentro de
saberes La Caracas que Siembra y Cosecha. El propósito es darle un reimpulso a
la agricultura urbana, con el objeto de no seguir dependiendo de las grandes
cadenas de producción y distribución de alimentos, explicó el jefe de Gobierno
del Distrito Capital, Ernesto Villegas.
“Vamos a revisar cada una de estas experiencias y dar apoyo
material a los proyectos que se desarrollan en Caracas, para que dejemos de ser
una ciudad con una vocación exclusivamente consumidora (…) Ya se ha iniciado
este proceso pero requiere un reimpulso (…) cada vez más ir liberando a Caracas
de la dependencia estructural y extrema de los suministros de alimentos y de
otra índole de consumo masivo que se producen lejos de sus límites”.
Se trata de uno más en los innumerables emprendimientos
apuntados a poner la economía efectiva en manos de la población, a la par que
se construye la infraestructura necesaria para mejorar la calidad de vida de
millones. Un ejemplo: se inaugurarán este año cuatro sistemas de transporte
masivo, tipo Bus Tránsito Rápido (BRT), autobuses articulados en canales
exclusivos con amplias estaciones, según el ministro de Transporte Terrestre y
Obras Públicas, Haiman El Troudi. “Además de TransMaracay (ya en funcionamiento
desde la segunda quincena de abril) este año serán inaugurados tres sistemas
más tipo BRT en Ciudad Guayana, Maracaibo y Barcelona-PtoLaCruz”. A la fecha
estos sistemas de transporte masivo funcionan en Caracas, Mérida y
Barquisimeto, parte de un plan integral de infraestructura vial para este año,
con una la inversión total es de 59.575.000 bolívares, 911 millones de dólares
y 280 millones de euros.
En su discurso en el
Día de la Milicia Nicolás Maduro anunció nuevos planes en lo económico
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