Las
acciones de la derecha venezolana, el Comando Sur de Estados Unidos y los
paramilitares intentan generar una implosión social en Venezuela de cara a las
elecciones de diciembre.
Las
operaciones del gobierno bolivariano para desmantelar los intentos de generar
descontento y violencia social para oscurecer el clima en Venezuela, dieron
importantes pasos en el último tiempo y lograron identificar a varios de los
actores involucrados.
Por un
lado, Nicolás Maduro aseguró tener evidencia tanto sobre las funciones del
general del Comando Sur, John F. Kelly, en la delegación de Estados Unidos en
Caracas como de la puesta en acción de dos agentes.
“Tengo
las fotos, las pruebas, los videos de los dos que operaron en San Félix (Estado
Bolívar). Uno se fue para Medellín, es venezolano-colombiano, dirigente de
Primero Justicia –el partido fundado por Henrique Capriles Radonsky– dijo el
presidente en el programa Contacto Con Maduro. Según explicó el mandatario,
“este preparó y dirigió el ataque en San Félix, tratando, como dice Evo
Morales, de aprovecharse de problemas sociales para convertirlos en factores de
violencia y caos”. “Al otro lo estamos buscando, lo están protegiendo. Es
estadounidense”, informó Maduro. En San Félix hubo saqueos y un muerto el 31 de
julio.
Las
Operaciones Liberación del Pueblo (OLP) fue creada para afrontar también esta
arista violenta de la guerra económica desplegada: la generación de saqueos y
disturbios tanto por parte de grupos ligados al paramilitarismo y la derecha
venezolana como a la embajada estadounidense y sus agentes: “Veníamos
siguiéndole la pista a eventos como este que habían planificado en otros
Estados, pero a través de los OLP los
hemos evitado y a través de la inteligencia popular de miles de patriotas
cooperantes hemos evitado que esta derecha llene el país de lo que ellos
quisieran, de violencia”, explicó el presidente.
Mientras
tanto, José Pérez Venta, un joven entrenado por paramilitares confesó en una
filmación haber recibido entrenamiento cerca de la ciudad colombiana de Cúcuta
para perpetrar “planes violentos, con financiamiento proveniente de Colombia”.
Se trata de uno de los autores del homicidio y descuartizamiento de Liana
Hergueta el pasado 6 de agosto. De acuerdo al gobernador del Estado de Aragua
Tarek El Aissami, actuó junto con los también entrenados Andrea Susana González
de León y Carlos Trejo y planificaban el asesinato de Daniela, la hija del
presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Pérez
Venta también aseguró que en todo el territorio venezolano hay más de 30
jóvenes con entrenamiento paraco desplegados y declaró haber recibido apoyo
político y financiamiento de dirigentes de la derecha venezolana y
norteamericana, entre ellos, María Corina Machado, Leopoldo López, Antonio
Ledezma, Henrique Capriles, Miguel Henrique Otero –director del diario El
Nacional– el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en
Venezuela hasta julio de 2014, Phil Laidlaw y el precandidato republicano a la
presidencia de ese país, Marco Rubio.
El
joven aparece a su vez en el primer anillo de seguridad de Leopoldo López al
momento en que este se entrega a la justicia, en febrero de 2014, y hay otra
imagen donde se lo ve abrazado con la esposa de López, Lilian Tintori, quien
por estos meses recorre el mundo en busca de apoyo a su lucha “por la libertad
y los derechos humanos”. Si bien la del joven parece haber sido una detención
clave por parte del Gobierno para seguir desentrañando la avanzada conjunta
contra la revolución, de acuerdo a Maduro el Comando Sur que responde a órdenes
del Estado Mayor desde Washington ha colocado funcionarios en la Embajada de
Estados Unidos en Venezuela “para dirigir el Plan Buitre, de sabotaje a la
economía y de violencia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario