Asistimos
a un escenario electoral de degradación ideológica y política. El oportunismo
no tiene freno. La desagregación continúa, en las filas del gobierno y en el
arco “progresista” (Frente Amplio Progresista-FAP – Proyecto Sur) que en cada
paso muestra su desplazamiento acelerado a la reacción.
En
el panorama económico mundial de crisis capitalista, el imperialismo
articula su contraofensiva para quebrar
las distintas manifestaciones de unidad latinoamericana y caribeña. Un desafío
para trabajadores, estudiantes, mujeres, amplios sectores de nuestro pueblo
que, de manera dispersa buscan converger con los procesos de mayor
radicalización hacia el Buen vivir, el Socialismo del siglo XXI, el Alba.
No
es posible enfrentar al gobierno actual desde la perspectiva del reformismo
socialdemócrata y socialcristiano del FAP, devenidos rápidamente en mascarones
de proa de la contrarrevolución pro-imperialista. Tampoco por las vías
reiteradas y estériles del sectarismo izquierdista.
Los
recientes Congresos de CTA Capital del 5 y 6 de abril y Nacional del 11 y 12 de
este mes expresan de manera frontal este momento histórico de Argentina. Y
muestran que por encima de la cruda realidad actual, está la oportunidad.
Resurgen condiciones para que las expresiones antimperialistas y
anticapitalistas puedan dar pasos de encuentro y recomposición.
Congreso Nacional de la CTA
En este Congreso hay quienes
levantan la lucha por una sociedad justa, libre y soberana, también la bandera
del socialismo, del socialismo del siglo XXI. Tomaremos uno de los pilares de la CGT de los Argentinos: por una
sociedad justa, libre y soberana, por el socialismo. Este fue el sentido
profundo de las palabras de cierre del Secretario Adjunto de la
CTA Ricardo Peidro. Síntesis de las
jornadas del 11 y 12 de abril donde alrededor de 1000 congresales e invitados
deliberaron en Comisiones y luego en Plenaria, las temáticas de
Organizativo-Gremial-Territorial; Perspectiva hacia la organización del proceso
electoral 2014; Área institucional-Comunicación y formación.
El homenaje al comandante Hugo
Chávez fue parte de la culminación de los debates, a cargo del Secretario
General de la CTA Capital
Carlos Chile. Con sentida convicción exaltó el papel de “nuestro comandante”, como
lo llamó, y su proyección en toda América Latina y el Caribe en las luchas que
libran los pueblos del continente.
El lema del Congreso fue Una
central de masas para la liberación y la presidencia de Mesa correspondió al
Secretario General de la
CTA Nacional , Pablo Michelil.
Más de un territorio quedó
plasmado en este Congreso. La apertura delimitó uno de los escenarios políticos.
Con el largo homenaje a Carlos Custer, de vinculación orgánica con el Vaticano,
y la presencia de diputados, legisladores (pertenecientes a la CT A en su mayoría) y
personalidades invitadas. No faltaron
Víctor De Gennaro, uno de los ejes del reconocimiento a Custer, Claudio Lozano,
Fernando Solanas (Proyecto Sur), Laura García Tuñón, Jorge Cardelli, Fabio
Basteiro, entre otros. Hugo Moyano, secretario general de la CGT , fue convocado a dirigir
la palabra a los presentes. Al hacerlo reivindicó la unidad de acción, recordó la Marcha Federal de
1994 junto al CTA y rescató el actual reencuentro. También estaban Pablo
Moyano, titular del sindicato de Camioneros Schmidt de Bragado y
Balizamiento.
Una situación particular generó
el ingreso de Hermes Binner, del partido Socialista y dirigente del Frente
Amplio Progresista (FAP). En la memoria
estaba su definición en un programa televisivo: ante la opción de votar en las
elecciones venezolanas del 7 de octubre de 2012 entre Hugo Chávez o Capriles Radonsky, lo hubiese hecho por
Capriles. La respuesta generalizada, del auditorio fue contundente: ¡Chávez,
Chávez ¡ y ¡Chávez, Maduro, el pueblo está seguro!.Aún faltaban las expresiones
del dirigente del FAP luego de la victoria de Nicolás Maduro en los comicios
del 14 de abril, el no reconocimiento de los resultados por parte del candidato
de derecha Capriles, quien llamó al golpe y a la violencia con un costo de nueve
muertos, heridos, el incendio de locales del Psuv y el asalto a la vivienda de
dirigentes. Binner culpó al gobierno revolucionario por los asesinados y
exculpó a los fascistas.
El Congreso reflejó estas fronteras
de hierro, agravadas por el hecho de que miembros de la CTA son parte del FAP. La
resistencia a subordinarse a la ultraderecha y al imperialismo y la búsqueda
por conformar un proyecto emancipador, antimperialista y anticapitalista en
Argentina tiene arraigo e historia en amplia militancia de la CTA.
El Encuentro de la Juventud tuvo lugar el
primer día de Congreso con antelación a la apertura. Está planteada la
realización de un Encuentro de Jóvenes de América Latina y el Caribe en Rosario
para el 85 aniversario del nacimiento del Che Guevara.
El ámbito de intercambio
internacional comenzó dos días antes y sesionó de manera simultánea con el de
jóvenes para tratar los desafíos de los trabajadores en la actual coyuntura
mundial. El evento contó con delegaciones de Corea del Sur, Bélgica, Sudáfrica,
Uruguay, India, integrantes de la Confederación
Sindical Internacional (CSI), y CSA (Confederación Sindical
de América), expresión de la fusión de la socialdemocracia y el
socialcristianismo a nivel sindical en noviembre de 2006 y fue coordinada por
Carlos Custer. La reunión se pronunció de manera unánime por la victoria
presidencial de Nicolás Maduro en Venezuela. En el total de las delegaciones
que asistieron al Congreso estuvieron representados los cinco continentes.
El informe
político fue realizado por Pablo Micheli quien desplegó el recorrido de la CTA luego de la fractura,
afirmó su identidad antimperialista, anticapitalista y con autonomía (que no se
negocia), rescató la línea de unidad de acción y la necesidad de convocar a un
paro nacional en la primera quincena de mayo (para lo cual conversan con la CGT para hacerlo de manera
conjunta).
Micheli destacó la lucha contra la ley antiterrorista, denunció
el saqueo y depredación del medio
ambiente, y mostró que fue posible la recuperación de la iniciativa en la
calle, en los conflictos y reforzó el compromiso con la Patria Grande. Efectuó también
una autocrítica por la parálisis perceptible luego de las elecciones en diciembre
de 2010, entrampados en cuestiones legales instaladas por la lista perdedora y
las maniobras del gobierno y el Ministerio de Trabajo. Promovió la Campaña por una Consulta
Popular en defensa de nuestros bienes comunes, la jornada por la Marcha 1100 de los
jubilados el 8 de mayo frente al Congreso y priorizar la organización del
sector privado, llamó a apoyar a los tareferos, los azucareros, los
estibadores, la Ucra
y abordar el cordón industrial del Paraná.
El
dirigente de la CTA
planteó la necesidad de un Frente Popular por la vida, retomó la idea de la Constituyente Social
como parte de la construcción de alternativa política propia, del movimiento
popular de liberación, ya que la unidad a construir es la del campo popular,
una alternativa de poder en serio. Respecto a las inundaciones que asolaron la Ciudad de Buenos Aires y La Plata en especial y que
costaron vidas señaló que “la tormenta perfecta es el capitalismo. Y exclamó
“Honra y honor al comandante Chávez en su sueño socialista”. Da vergüenza tener
estos dirigentes pero también da vergüenza que no podamos construir nuestra
propia representación, que no podamos soñar con tener en el gobierno a algún
representante obrero”. Los aplausos vibraron y remarcó que “Hay que romper la
hegemonía en el Congreso y lo tenemos que hacer este octubre con una izquierda
revolucionaria que termine con todo esto”. Los cánticos fueron inmediatos y corearon
una vez más, “No queremos más chamuyo
(otros/as decían Alianzas), no queremos más traición, queremos un movimiento para
la liberación”. Recordó que en 2014 habrá
elecciones en CTA y el tema y las tareas serían discutidas en el Congreso. En
ese sentido ratificó el valor de la elección directa y la participación
democrática frente a la burocratización sindical.
El titular
de la CTA señaló
que tienen una diferencia de clase con el gobierno nacional, afirmó que la
deuda que no debe pagarse y marcó la prioridad de una auditoría, cuestionó la
presencia de Argentina en el G-20 y reclamó la salida del Ciadi, instrumentos
de opresión de multinacionales y poderes centrales. Y puntualizó que la CTA está en la CSA y el Encuentro Sindical
Nuestra América (había representatividad de esa confluencia sindical
particularmente ligada a los procesos revolucionarios latinoamericanos,
caribeños y al Alba).
Luego del
trabajo en Comisiones, en la
Plenaria tuvo lugar la lectura de las conclusiones, las
cuales fueron votadas por unanimidad por los/as congresales. Algunos de los
puntos proponían presionar al gobierno para el retiro de las tropas de Haití;
acompañar todas las luchas de los trabajadores en el mundo; llevar adelante la Consulta Popular
por la defensa de los bienes comunes; asumir la lucha de los pueblos
originarios que soportan muertes por recuperar sus tierras ancestrales. También
frenar al modelo extractivista que convierte a la vida y la salud de las
poblaciones en lucro y construir un modelo de desarrollo productivo con
sustento humano y estatal. Derogación de
la ley Antiterrorista y terminar con el Proyecto X que criminaliza la protesta
social y la organización de los trabajadores/as y el pueblo. La absolución de
los procesados del Hospital Garrahan fue saludada como un triunfo colectivo. El
reclamo por el 82% móvil y un aumento de emergencia para los jubilados, un
salario mínimo vital y móvil acorde con un ingreso digno para los trabajadores
formales, informales y, de de planes sociales y jubilaciones mínimas. La
universalización y unificación de las asignaciones familiares sin tope y un
adicional anual compensatorio de 4 mil
pesos para los trabajadores formales, informales y desocupados. La eliminación
del impuesto al salario, terminar con la tercerización y precarización laboral,
restituir los fondos a las obras sociales de los trabajadores, fueron solo algunos
de los ejes, reivindicaciones y resoluciones decididos durante el curso del
Congreso.
Los
congresales contaban para las deliberaciones con una serie de documentos: un
texto político general que como parte de su contenido planteaba: “Estamos
movilizados y en pie de lucha junto a otros sectores populares en reclamo de
una justa distribución de la riqueza, soberanía sobre nuestros bienes
naturales, democracia participativa, reforma impositiva para que paguen más los
que más tienen, gravamen de las rentas extraordinarias, nueva Ley de entidades
Financieras, no pago de la deuda externa ilegítima e ilegal, comercio exterior
soberano con control popular, defensa y promoción de la educación y la salud
públicas.
No
consentimos políticas devaluacionistas y propiciamos el debate de otro modelo
productivo que interpele a este régimen extractivista, agroexportador,
dependiente y concentrador, que favorece el monocultivo sojero. Un esquema de
acumulación capitalista depredador, expoliador, colonial y no sustentable, que
conspira contra el bienestar de nuestro pueblo.
Ratificamos
los lineamientos históricos de la
CTA de no pago de la deuda pública sin realizar antes una
auditoría que establezca qué porción es legítima y cual no. Igualmente, el
gobierno debe terminar de ceder soberanía aceptando concurrir a tribunales de
justicia extranjera para dirimir litigios con los acreedores de cualquier
pelaje y color. No se justifica que
nuestro país permanezca como miembro del Ciadi que es lo mismo que reflotar a
los organismos de la usura internacional como el FMI, cuando Brasil nunca integró
esa institución y Venezuela, Ecuador y Bolivia se han retirado para no estar a
merced de la voracidad de las corporaciones transnacionales (…)
El proceso
de convocar a una Consulta Popular en defensa de la Soberanía sobre nuestros
Bienes Comunes en el Bicentenario de la Asamblea del Alo XIII, apunta a interpelar este
modelo productivo basado en el extractivismo dependiente, y a darle carnadura y
dimensión nacional a la convocatoria hacia una Constituyente Social para
reeditar una nueva experiencia de poder popular en nuestro país”.
La política
internacional
El material se afirma en la
“búsqueda de alternativas para los trabajadores, fomentando el
internacionalismo como una de las estrategias fundamentales para poder
concretar ese ideario. Siguiendo el mandato del Congreso de la CTA de marzo de 2011 en Mar
del Plata, la acción internacional de esta secretaría (de Relaciones
Internacionales de la CTA )
se consolidó en la coordinación y búsqueda de alternativas desde la visión de
los trabajadores sin olvidar la presencia que debemos tener en los ambientes de
decisión internacional, que potencien las luchas nacionales. La CTA mantiene una concepción
clasista del rol que la clase trabajadora tiene dentro del esquema de poder
mundial. Con clasista nos referimos a una identidad y organización que entiende
a la clase como aquellos trabajadores que se encuentran formalizados, con
representación sindical, y también a aquéllos que se encuentran en la
precarización y la informalidad laboral. Estos últimos se han convertido en los
últimos 30 años en la gran masa laboral explotada por el capital.
Las
acciones de nuestra secretaría se basan en la concepción de que sólo a través
de la integración de nuestros pueblos, regional e internacional, los
trabajadores tendremos oportunidad de incidir en una agenda de poder. Los ejes
de trabajo principal son: la participación en los espacios formales de
participación sindical internacional (OIT, CSI, CSA, Mercosur, Unasur, G-20);
la generación de espacios alternativos que manifiesten los temas y
preocupaciones que no son parte de esa agenda formal (Iniciativa Sindical del
Sur, Sigtur, la Cumbre
de los Pueblos Río + 20), la
Cumbre de los Pueblos del G-20); y la solidaridad
internacional como eje fundamental de las acciones de trabajadores de todo el
mundo. Cada uno de estos ejes de trabajo está sustanciado en una visión
política de nuestra central acerca del rol de la clase en la política
internacional generada en el Congreso de Mar del Plata de 2011, y en la lógica
que ninguno actúa independientemente de otros sino entrelazados bajo la misma
estrategia, complementándose entre sí”.
No hay
mención a la Alternativa
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba),
basada en una propuesta de unidad complementaria y fuera de la lógica del
mercado capitalista. Cabe recordar que cuando la CTA definió el ingreso a la CSI y CSA un sector de la CTA dejó plasmada su
oposición, con su alineamiento a los procesos de revolución en el continente y
su expresión en el Encuentro Sindical Nuestra América.
La organización del
sector privado
El texto Apuntes para el debate
en torno a una estrategia de organización de los trabajadores en el sector
privado se vincula a la decisión de la
CTA de dar a la organización de ese sector el carácter de prioridad
estratégica. En ese sentido manifiesta que “Si bien es cierto que desde la
fundación de la CTA
numerosos sindicatos de trabajadores del sector privado han participado de la
vida de nuestra central, y si bien existió una política que logró la incorporación
de nuevos gremios y la constitución de otros, no fue suficiente para fortalecer
su organización estratégica y por ende el crecimiento planificado del sector”.
En el punto Cambios estructurales
y condiciones objetivas favorables para la acción sindical el documento
sostiene que “El crecimiento de la actividad sindical en la última década ha
sido notable. En particular, ello se observa en el incremento de la
conflictividad sindical y en la recuperación de la negociación colectiva.
Sin embargo, no sólo se trata de
estas dos dimensiones. En los últimos años, este crecimiento se ha dado en
todos los niveles de organización sindical, y ha alcanzado tanto a las
organizaciones que componen nuestra central, como en aquéllas que se enrolan en
la CGT.
Este crecimiento no puede
atribuirse exclusivamente a la propia actividad de las organizaciones
sindicales, ni mucho menos a una decisión política del gobierno nacional. Por
el contrario, en la última década se han producido transformaciones en la
estructura económica que han generado mejores condiciones objetivas para la
acción y la organización sindical. En particular, se han registrado cambios en
la estructura ocupacional y en el sistema de relaciones laborales que es
necesario considerar (…)
El constante conflicto y
negociación, no siempre llevado a cabo por la organización sindical con
personería gremial, los conflictos intersindicales, han modificado muchos
caracteres de la organización sindical clásica. De esta manera, existe un
espacio de inserción potencial en aquellos ámbitos donde podría llevarse
adelante esta conflictividad subterránea,
que deberá ser evaluada en un marco de alianzas cuya composición dependerá de
las particularidades de cada actividad y de cada región geográfica. En tal
sentido, no deberíamos descartar la posibilidad de que vuelvan a conformarse
espacios de articulación intersindicales donde confluyan localmente (a nivel de
cada provincia, región o localidad) múltiples experiencias organizativas con
distintos grados de institucionalidad”.
Entre los aspectos tomados en
Conclusiones propone: “Creemos que durante los años 2013/2015, el desarrollo
prioritario es el de los espacios ligados al territorio.. Por ello creemos que
los sectores de la industria azucarera, en el noroeste y de la industria
yerbatera en el nordeste, deben considerarse en forma inmediata.
El avance desde las periferias y
desde lo territorial con apoyo de las organizaciones de CTA nacional,
provincial y local es esencial para poder arribar a resultados concretos.
El otro sector prioritario es el
transporte. Por la capacidad de eficacia en el conflicto general y porque
también se constituye difícil de deslocalizar. El transporte de mercaderías y
personas debe constituirse en un objetivo a corto plazo para fortalecer la organización
del conflicto.
La
actividad marítima portuaria también debe ser materia de ocupación de nuestra
CTA, porque junto al transporte terrestre son áreas que dan capacidad en los
conflictos.
Por todo
ello el bloque organizativo-gremial debería efectuar un cronograma de actividad
con estas prioridades que se plasme en acciones concretas que desarrollen el
orden prioritario”.
Consulta Popular en
defensa de nuestros bienes comunes
Entre sus definiciones conceptuales se encuentran:
- La actualidad, modelo extractivo
En Argentina asistimos a la
consolidación y profundización del llamado modelo extractivo exportador. Que no
es otra cosa que el saqueo de las empresas transnacionales que explotan
salvajemente las riquezas del país y las llevan a otras partes del mundo,
obteniendo niveles enormes de rentabilidad a costa de daños irreparables sobre
el territorio nacional y sobre el pueblo. Esto produce un enorme avasallamiento
sobre la soberanía nacional ya que le quita el poder al pueblo argentino de
decidir sobre sus propios bienes comunes, siendo vitales y estratégicos para el
desarrollo comunitario de la sociedad.
Este “modelo extractivista” tiene
al menos dos actores fundamentales; el Estado nacional por un lado, y las
distintas empresas transnacionales que actúan en diferentes áreas económicas
por el otro. Uno funda las bases normativas, legales e impositivas e incluso
aporta grandes sumas de capital y, el otro, aprovecha –lobby mediante- todas
las oportunidades de negocios que se le presenta. Como conclusión, podemos
hablar de un modelo productivo de saqueo de nuestro país que se viene gestando
hace años. Este modelo se pudo consolidar y expandir a partir de los pilares
extractivistas fundamentales como: las grandes extensiones de soja; la
mega-minería (en su mayoría realizada a cielo abierto) y el despojo de los
hidrocarburos y el sistema de
fraking sobre éstos.
- ¿Qué es un bien común?
Planteamos la defensa de los
bienes comunes como el freno al saqueo transnacional sobre los recursos
naturales. Entendemos a los bienes comunes como la producción social para los
pueblos bajo aspectos productivos responsables, que los separen de la visión
utilitarista y mercantil de la tierra: ésta es el saqueo capitalista bajo la
apropiación para beneficio y explotación privada, con la concepción mercantil
que caracteriza el extractivismo, que fomenta el uso de la tierra sólo para
beneficio de los grupos económicos.
Desde este punto de vista, la
concepción de “bienes comunes” expresa la visión sobre la tierra, profundiza el
sentido social de la misma bajo un criterio de transmisión que se hereda en la
comunidad y por la comunidad. Son bienes que pertenecen a todos los individuos
de la sociedad porque se opone a la concepción de explotación privada. Los
bienes comunes de la tierra son entendidos como el recorrido de un camino hacia
la soberanía popular.
¿Por qué una consulta popular?
La consulta popular es un
mecanismo de participación ciudadana mediante el cual se convoca al pueblo para
que decida acerca de algún aspecto de vital importancia. La consulta popular
puede ser tanto nacional como departamental, municipal, distrital o local.
Una mejor democracia se construye
sobre la base de la participación popular. Es de gran interés que los
trabajadores, mediante sus organizaciones gremiales y centrales sindicales,
convoquen a otros sectores sociales, estudiantiles, profesionales, etc. Es
decir, al pueblo en su conjunto, a que participe y se exprese autónoma e
independientemente de los gobiernos, partidos y patrones. Esta consulta popular
sobre los bienes comunes es parte del recorrido del pueblo argentino en su
búsqueda y construcción de la soberanía popular que tanto necesita.
José
Rigane, secretario Adjunto de la CTA
Nacional y coordinador de la campaña puntualizó que: “En Argentina
asistimos a la consolidación y profundización de este terrible modelo
extractivo exportador que si bien tiene sus raíces en la misma conformación del
Estado nacional, en la actualidad se encuentra fortalecido y dinamizado por
estrategias y políticas públicas que permiten sortear los obstáculos del
presente y garantizar las extraordinarias ganancias del futuro.
Desde ese punto de vista, el modelo extractivista exportador
no tiene límites y sólo está cuestionado por la movilización popular que a lo
largo y ancho del país ha tomado en sus manos la defensa de la soberanía
nacional en una porfiada pulseada en lograr visibilidad y unidad del pueblo
todo.
Los
verdaderos obstáculos del modelo productivo tienen que ver con el crecimiento
de la resistencia popular a este saqueo. De forma auto-organizada varios
sectores del pueblo argentino busca frenar este saqueo e incidir en el destino
de los bienes comunes de la naturaleza a favor de los usos respetados y
populares de los bienes soberanos. Grandes batallas se dieron con importantes
resultados para los sectores populares, como en la ciudad de Esquel en 2003,
por nombrar sólo un ejemplo y más recientemente en Cinco Saltos prohibiendo el
desarrollo del fracking (fractura hidráulica). Pero de todas formas el modelo
extractivo exportador continúa.
Las
estrategias del gran capital transnacional son muy fuertes y cuentan con el
Estado argentino como proa. La firma de acuerdos
entre el Estado y los grandes grupos transnacionales, la difusión de un ideario
de desarrollo y de sostenimiento económico y productivo que beneficia a la población con aumento de
puestos de trabajo (el chantaje), que vendrían aparejados a este nuevo ciclo de
mercantilización, apropiación y control de los bienes comunes de la naturaleza,
son algunas de las estrategias de estos grandes capitales. Pero, también,
llegan sin dudarlo hasta la represión social a cualquier intento de resistencia
popular, como en la provincia de Catamarca en el verano de 2012. También, como
si esto fuera poco, la sanción de la ley antiterrorista le da un marco legal y
represivo a este modelo productivo, que le permite a las transnacionales tener
grandes expectativas de continuar en el país” (…)
Desde este
lado, desde los que queremos disputarles a los grandes capitales la hegemonía
del país, desde los que queremos una soberanía nacional que tenga como
horizonte la soberanía popular como mecanismo para la emancipación de nuestro
pueblo para detenerlos. Por este motivo, resulta indispensable que la Central de los Trabajadores
de Argentina tome la iniciativa nacional a partir de instalar una Campaña
Nacional por una Consulta Popular en defensa de los bienes comunes”.
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