El Espejo de Argentina y el Mundo

Año XX - Nº 226 (Segunda época)
Septiembre 2015

27 de abril de 2013

Fronteras de clase y Revolución


         
Asistimos a un escenario electoral de degradación ideológica y política. El oportunismo no tiene freno. La desagregación continúa, en las filas del gobierno y en el arco “progresista” (Frente Amplio Progresista-FAP – Proyecto Sur) que en cada paso muestra su desplazamiento acelerado a la reacción.
            En el panorama económico mundial de crisis capitalista, el imperialismo articula  su contraofensiva para quebrar las distintas manifestaciones de unidad latinoamericana y caribeña. Un desafío para trabajadores, estudiantes, mujeres, amplios sectores de nuestro pueblo que, de manera dispersa buscan converger con los procesos de mayor radicalización hacia el Buen vivir, el Socialismo del siglo XXI, el Alba.
            No es posible enfrentar al gobierno actual desde la perspectiva del reformismo socialdemócrata y socialcristiano del FAP, devenidos rápidamente en mascarones de proa de la contrarrevolución pro-imperialista. Tampoco por las vías reiteradas y estériles del sectarismo izquierdista.
            Los recientes Congresos de CTA Capital del 5 y 6 de abril y Nacional del 11 y 12 de este mes expresan de manera frontal este momento histórico de Argentina. Y muestran que por encima de la cruda realidad actual, está la oportunidad. Resurgen condiciones para que las expresiones antimperialistas y anticapitalistas puedan dar pasos de encuentro y recomposición. 


Congreso Nacional de la CTA

En este Congreso hay quienes levantan la lucha por una sociedad justa, libre y soberana, también la bandera del socialismo, del socialismo del siglo XXI. Tomaremos uno de los pilares de la CGT de los Argentinos: por una sociedad justa, libre y soberana, por el socialismo. Este fue el sentido profundo de las palabras de cierre del Secretario Adjunto de la CTA Ricardo Peidro. Síntesis de las jornadas del 11 y 12 de abril donde alrededor de 1000 congresales e invitados deliberaron en Comisiones y luego en Plenaria, las temáticas de Organizativo-Gremial-Territorial; Perspectiva hacia la organización del proceso electoral 2014; Área institucional-Comunicación y formación.
El homenaje al comandante Hugo Chávez fue parte de la culminación de los debates, a cargo del Secretario General de la CTA Capital Carlos Chile. Con sentida convicción exaltó el papel de “nuestro comandante”, como lo llamó, y su proyección en toda América Latina y el Caribe en las luchas que libran los pueblos del continente.
El lema del Congreso fue Una central de masas para la liberación y la presidencia de Mesa correspondió al Secretario General de la CTA Nacional, Pablo Michelil.
Más de un territorio quedó plasmado en este Congreso. La apertura delimitó uno de los escenarios políticos. Con el largo homenaje a Carlos Custer, de vinculación orgánica con el Vaticano, y la presencia de diputados, legisladores (pertenecientes a la CT A en su mayoría) y personalidades invitadas.  No faltaron Víctor De Gennaro, uno de los ejes del reconocimiento a Custer, Claudio Lozano, Fernando Solanas (Proyecto Sur), Laura García Tuñón, Jorge Cardelli, Fabio Basteiro, entre otros. Hugo Moyano, secretario general de la CGT, fue convocado a dirigir la palabra a los presentes. Al hacerlo reivindicó la unidad de acción, recordó la Marcha Federal de 1994 junto al CTA y rescató el actual reencuentro. También estaban Pablo Moyano, titular del sindicato de Camioneros Schmidt de Bragado y Balizamiento. 
Una situación particular generó el ingreso de Hermes Binner, del partido Socialista y dirigente del Frente Amplio Progresista (FAP).  En la memoria estaba su definición en un programa televisivo: ante la opción de votar en las elecciones venezolanas del 7 de octubre de 2012 entre Hugo Chávez o  Capriles Radonsky, lo hubiese hecho por Capriles. La respuesta generalizada, del auditorio fue contundente: ¡Chávez, Chávez ¡ y ¡Chávez, Maduro, el pueblo está seguro!.Aún faltaban las expresiones del dirigente del FAP luego de la victoria de Nicolás Maduro en los comicios del 14 de abril, el no reconocimiento de los resultados por parte del candidato de derecha Capriles, quien llamó al golpe y a la violencia con un costo de nueve muertos, heridos, el incendio de locales del Psuv y el asalto a la vivienda de dirigentes. Binner culpó al gobierno revolucionario por los asesinados y exculpó a los fascistas.
El Congreso reflejó estas fronteras de hierro, agravadas por el hecho de que miembros de la CTA son parte del FAP. La resistencia a subordinarse a la ultraderecha y al imperialismo y la búsqueda por conformar un proyecto emancipador, antimperialista y anticapitalista en Argentina tiene arraigo e historia en amplia militancia de la CTA.  
El Encuentro de la Juventud tuvo lugar el primer día de Congreso con antelación a la apertura. Está planteada la realización de un Encuentro de Jóvenes de América Latina y el Caribe en Rosario para el 85 aniversario del nacimiento del Che Guevara.
El ámbito de intercambio internacional comenzó dos días antes y sesionó de manera simultánea con el de jóvenes para tratar los desafíos de los trabajadores en la actual coyuntura mundial. El evento contó con delegaciones de Corea del Sur, Bélgica, Sudáfrica, Uruguay, India, integrantes de la Confederación Sindical Internacional (CSI), y CSA (Confederación Sindical de América), expresión de la fusión de la socialdemocracia y el socialcristianismo a nivel sindical en noviembre de 2006 y fue coordinada por Carlos Custer. La reunión se pronunció de manera unánime por la victoria presidencial de Nicolás Maduro en Venezuela. En el total de las delegaciones que asistieron al Congreso estuvieron representados los cinco continentes.
            El informe político fue realizado por Pablo Micheli quien desplegó el recorrido de la CTA luego de la fractura, afirmó su identidad antimperialista, anticapitalista y con autonomía (que no se negocia), rescató la línea de unidad de acción y la necesidad de convocar a un paro nacional en la primera quincena de mayo (para lo cual conversan con la CGT para hacerlo de manera conjunta).
Micheli destacó la lucha contra la ley antiterrorista, denunció el saqueo  y depredación del medio ambiente, y mostró que fue posible la recuperación de la iniciativa en la calle, en los conflictos y reforzó el compromiso con la Patria Grande. Efectuó también una autocrítica por la parálisis perceptible luego de las elecciones en diciembre de 2010, entrampados en cuestiones legales instaladas por la lista perdedora y las maniobras del gobierno y el Ministerio de Trabajo. Promovió la Campaña por una Consulta Popular en defensa de nuestros bienes comunes, la jornada por la Marcha 1100 de los jubilados el 8 de mayo frente al Congreso y priorizar la organización del sector privado, llamó a apoyar a los tareferos, los azucareros, los estibadores, la Ucra y abordar el cordón industrial del Paraná.
            El dirigente de la CTA planteó la necesidad de un Frente Popular por la vida, retomó la idea de la Constituyente Social como parte de la construcción de alternativa política propia, del movimiento popular de liberación, ya que la unidad a construir es la del campo popular, una alternativa de poder en serio. Respecto a las inundaciones que asolaron la Ciudad de Buenos Aires y La Plata en especial y que costaron vidas señaló que “la tormenta perfecta es el capitalismo. Y exclamó “Honra y honor al comandante Chávez en su sueño socialista”. Da vergüenza tener estos dirigentes pero también da vergüenza que no podamos construir nuestra propia representación, que no podamos soñar con tener en el gobierno a algún representante obrero”. Los aplausos vibraron y remarcó que “Hay que romper la hegemonía en el Congreso y lo tenemos que hacer este octubre con una izquierda revolucionaria que termine con todo esto”. Los cánticos fueron inmediatos y corearon una vez más, “No queremos más chamuyo (otros/as decían Alianzas), no queremos más traición, queremos un movimiento para la  liberación”. Recordó que en 2014 habrá elecciones en CTA y el tema y las tareas serían discutidas en el Congreso. En ese sentido ratificó el valor de la elección directa y la participación democrática frente a la burocratización sindical.
            El titular de la CTA señaló que tienen una diferencia de clase con el gobierno nacional, afirmó que la deuda que no debe pagarse y marcó la prioridad de una auditoría, cuestionó la presencia de Argentina en el G-20 y reclamó la salida del Ciadi, instrumentos de opresión de multinacionales y poderes centrales. Y puntualizó que la CTA está en la CSA y el Encuentro Sindical Nuestra América (había representatividad de esa confluencia sindical particularmente ligada a los procesos revolucionarios latinoamericanos, caribeños y al Alba).
            Luego del trabajo en Comisiones, en la Plenaria tuvo lugar la lectura de las conclusiones, las cuales fueron votadas por unanimidad por los/as congresales. Algunos de los puntos proponían presionar al gobierno para el retiro de las tropas de Haití; acompañar todas las luchas de los trabajadores en el mundo; llevar adelante la Consulta Popular por la defensa de los bienes comunes; asumir la lucha de los pueblos originarios que soportan muertes por recuperar sus tierras ancestrales. También frenar al modelo extractivista que convierte a la vida y la salud de las poblaciones en lucro y construir un modelo de desarrollo productivo con sustento humano y estatal.  Derogación de la ley Antiterrorista y terminar con el Proyecto X que criminaliza la protesta social y la organización de los trabajadores/as y el pueblo. La absolución de los procesados del Hospital Garrahan fue saludada como un triunfo colectivo. El reclamo por el 82% móvil y un aumento de emergencia para los jubilados, un salario mínimo vital y móvil acorde con un ingreso digno para los trabajadores formales, informales y, de de planes sociales y jubilaciones mínimas. La universalización y unificación de las asignaciones familiares sin tope y un adicional anual compensatorio de  4 mil pesos para los trabajadores formales, informales y desocupados. La eliminación del impuesto al salario, terminar con la tercerización y precarización laboral, restituir los fondos a las obras sociales de los trabajadores, fueron solo algunos de los ejes, reivindicaciones y resoluciones decididos durante el curso del Congreso.
            Los congresales contaban para las deliberaciones con una serie de documentos: un texto político general que como parte de su contenido planteaba: “Estamos movilizados y en pie de lucha junto a otros sectores populares en reclamo de una justa distribución de la riqueza, soberanía sobre nuestros bienes naturales, democracia participativa, reforma impositiva para que paguen más los que más tienen, gravamen de las rentas extraordinarias, nueva Ley de entidades Financieras, no pago de la deuda externa ilegítima e ilegal, comercio exterior soberano con control popular, defensa y promoción de la educación y la salud públicas.
            No consentimos políticas devaluacionistas y propiciamos el debate de otro modelo productivo que interpele a este régimen extractivista, agroexportador, dependiente y concentrador, que favorece el monocultivo sojero. Un esquema de acumulación capitalista depredador, expoliador, colonial y no sustentable, que conspira contra el bienestar de nuestro pueblo.
            Ratificamos los lineamientos históricos de la CTA de no pago de la deuda pública sin realizar antes una auditoría que establezca qué porción es legítima y cual no. Igualmente, el gobierno debe terminar de ceder soberanía aceptando concurrir a tribunales de justicia extranjera para dirimir litigios con los acreedores de cualquier pelaje y color.  No se justifica que nuestro país permanezca como miembro del Ciadi que es lo mismo que reflotar a los organismos de la usura internacional como el FMI, cuando Brasil nunca integró esa institución y Venezuela, Ecuador y Bolivia se han retirado para no estar a merced de la voracidad de las corporaciones transnacionales (…)
            El proceso de convocar a una Consulta Popular en defensa de la Soberanía sobre nuestros Bienes Comunes en el Bicentenario de la Asamblea del Alo XIII, apunta a interpelar este modelo productivo basado en el extractivismo dependiente, y a darle carnadura y dimensión nacional a la convocatoria hacia una Constituyente Social para reeditar una nueva experiencia de poder popular en nuestro país”.

La política internacional
            El material se afirma en la “búsqueda de alternativas para los trabajadores, fomentando el internacionalismo como una de las estrategias fundamentales para poder concretar ese ideario. Siguiendo el mandato del Congreso de la CTA de marzo de 2011 en Mar del Plata, la acción internacional de esta secretaría (de Relaciones Internacionales de la CTA) se consolidó en la coordinación y búsqueda de alternativas desde la visión de los trabajadores sin olvidar la presencia que debemos tener en los ambientes de decisión internacional, que potencien las luchas nacionales. La CTA mantiene una concepción clasista del rol que la clase trabajadora tiene dentro del esquema de poder mundial. Con clasista nos referimos a una identidad y organización que entiende a la clase como aquellos trabajadores que se encuentran formalizados, con representación sindical, y también a aquéllos que se encuentran en la precarización y la informalidad laboral. Estos últimos se han convertido en los últimos 30 años en la gran masa laboral explotada por el capital.
            Las acciones de nuestra secretaría se basan en la concepción de que sólo a través de la integración de nuestros pueblos, regional e internacional, los trabajadores tendremos oportunidad de incidir en una agenda de poder. Los ejes de trabajo principal son: la participación en los espacios formales de participación sindical internacional (OIT, CSI, CSA, Mercosur, Unasur, G-20); la generación de espacios alternativos que manifiesten los temas y preocupaciones que no son parte de esa agenda formal (Iniciativa Sindical del Sur, Sigtur, la Cumbre de los Pueblos Río + 20), la Cumbre de los Pueblos del G-20); y la solidaridad internacional como eje fundamental de las acciones de trabajadores de todo el mundo. Cada uno de estos ejes de trabajo está sustanciado en una visión política de nuestra central acerca del rol de la clase en la política internacional generada en el Congreso de Mar del Plata de 2011, y en la lógica que ninguno actúa independientemente de otros sino entrelazados bajo la misma estrategia, complementándose entre sí”.
            No hay mención a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), basada en una propuesta de unidad complementaria y fuera de la lógica del mercado capitalista. Cabe recordar que cuando la CTA definió el ingreso a la CSI y CSA un sector de la CTA dejó plasmada su oposición, con su alineamiento a los procesos de revolución en el continente y su expresión en el Encuentro Sindical Nuestra América.

La organización del sector privado
El texto Apuntes para el debate en torno a una estrategia de organización de los trabajadores en el sector privado se vincula a la decisión de la CTA de dar a la organización de ese sector el carácter de prioridad estratégica. En ese sentido manifiesta que “Si bien es cierto que desde la fundación de la CTA numerosos sindicatos de trabajadores del sector privado han participado de la vida de nuestra central, y si bien existió una política que logró la incorporación de nuevos gremios y la constitución de otros, no fue suficiente para fortalecer su organización estratégica y por ende el crecimiento planificado del sector”.
En el punto Cambios estructurales y condiciones objetivas favorables para la acción sindical el documento sostiene que “El crecimiento de la actividad sindical en la última década ha sido notable. En particular, ello se observa en el incremento de la conflictividad sindical y en la recuperación de la negociación colectiva.
Sin embargo, no sólo se trata de estas dos dimensiones. En los últimos años, este crecimiento se ha dado en todos los niveles de organización sindical, y ha alcanzado tanto a las organizaciones que componen nuestra central, como en aquéllas que se enrolan en la CGT.
Este crecimiento no puede atribuirse exclusivamente a la propia actividad de las organizaciones sindicales, ni mucho menos a una decisión política del gobierno nacional. Por el contrario, en la última década se han producido transformaciones en la estructura económica que han generado mejores condiciones objetivas para la acción y la organización sindical. En particular, se han registrado cambios en la estructura ocupacional y en el sistema de relaciones laborales que es necesario considerar  (…)
El constante conflicto y negociación, no siempre llevado a cabo por la organización sindical con personería gremial, los conflictos intersindicales, han modificado muchos caracteres de la organización sindical clásica. De esta manera, existe un espacio de inserción potencial en aquellos ámbitos donde podría llevarse adelante esta conflictividad subterránea, que deberá ser evaluada en un marco de alianzas cuya composición dependerá de las particularidades de cada actividad y de cada región geográfica. En tal sentido, no deberíamos descartar la posibilidad de que vuelvan a conformarse espacios de articulación intersindicales donde confluyan localmente (a nivel de cada provincia, región o localidad) múltiples experiencias organizativas con distintos grados de institucionalidad”.
Entre los aspectos tomados en Conclusiones propone: “Creemos que durante los años 2013/2015, el desarrollo prioritario es el de los espacios ligados al territorio.. Por ello creemos que los sectores de la industria azucarera, en el noroeste y de la industria yerbatera en el nordeste, deben considerarse en forma inmediata. 
El avance desde las periferias y desde lo territorial con apoyo de las organizaciones de CTA nacional, provincial y local es esencial para poder arribar a resultados concretos.
El otro sector prioritario es el transporte. Por la capacidad de eficacia en el conflicto general y porque también se constituye difícil de deslocalizar. El transporte de mercaderías y personas debe constituirse en un objetivo a corto plazo para fortalecer la organización del conflicto.
            La actividad marítima portuaria también debe ser materia de ocupación de nuestra CTA, porque junto al transporte terrestre son áreas que dan capacidad en los conflictos.
            Por todo ello el bloque organizativo-gremial debería efectuar un cronograma de actividad con estas prioridades que se plasme en acciones concretas que desarrollen el orden prioritario”.

Consulta Popular en defensa de nuestros bienes comunes
           
Entre sus definiciones conceptuales se encuentran:

  1. La actualidad, modelo extractivo
En Argentina asistimos a la consolidación y profundización del llamado modelo extractivo exportador. Que no es otra cosa que el saqueo de las empresas transnacionales que explotan salvajemente las riquezas del país y las llevan a otras partes del mundo, obteniendo niveles enormes de rentabilidad a costa de daños irreparables sobre el territorio nacional y sobre el pueblo. Esto produce un enorme avasallamiento sobre la soberanía nacional ya que le quita el poder al pueblo argentino de decidir sobre sus propios bienes comunes, siendo vitales y estratégicos para el desarrollo comunitario de la sociedad.
Este “modelo extractivista” tiene al menos dos actores fundamentales; el Estado nacional por un lado, y las distintas empresas transnacionales que actúan en diferentes áreas económicas por el otro. Uno funda las bases normativas, legales e impositivas e incluso aporta grandes sumas de capital y, el otro, aprovecha –lobby mediante- todas las oportunidades de negocios que se le presenta. Como conclusión, podemos hablar de un modelo productivo de saqueo de nuestro país que se viene gestando hace años. Este modelo se pudo consolidar y expandir a partir de los pilares extractivistas fundamentales como: las grandes extensiones de soja; la mega-minería (en su mayoría realizada a cielo abierto) y el despojo de los hidrocarburos y el sistema de fraking sobre éstos.

  1. ¿Qué es un bien común?
Planteamos la defensa de los bienes comunes como el freno al saqueo transnacional sobre los recursos naturales. Entendemos a los bienes comunes como la producción social para los pueblos bajo aspectos productivos responsables, que los separen de la visión utilitarista y mercantil de la tierra: ésta es el saqueo capitalista bajo la apropiación para beneficio y explotación privada, con la concepción mercantil que caracteriza el extractivismo, que fomenta el uso de la tierra sólo para beneficio de los grupos económicos.
Desde este punto de vista, la concepción de “bienes comunes” expresa la visión sobre la tierra, profundiza el sentido social de la misma bajo un criterio de transmisión que se hereda en la comunidad y por la comunidad. Son bienes que pertenecen a todos los individuos de la sociedad porque se opone a la concepción de explotación privada. Los bienes comunes de la tierra son entendidos como el recorrido de un camino hacia la soberanía popular.

¿Por qué una consulta popular?
La consulta popular es un mecanismo de participación ciudadana mediante el cual se convoca al pueblo para que decida acerca de algún aspecto de vital importancia. La consulta popular puede ser tanto nacional como departamental, municipal, distrital o local.
Una mejor democracia se construye sobre la base de la participación popular. Es de gran interés que los trabajadores, mediante sus organizaciones gremiales y centrales sindicales, convoquen a otros sectores sociales, estudiantiles, profesionales, etc. Es decir, al pueblo en su conjunto, a que participe y se exprese autónoma e independientemente de los gobiernos, partidos y patrones. Esta consulta popular sobre los bienes comunes es parte del recorrido del pueblo argentino en su búsqueda y construcción de la soberanía popular que tanto necesita.

            José Rigane, secretario Adjunto de la CTA Nacional y coordinador de la campaña puntualizó que: “En Argentina asistimos a la consolidación y profundización de este terrible modelo extractivo exportador que si bien tiene sus raíces en la misma conformación del Estado nacional, en la actualidad se encuentra fortalecido y dinamizado por estrategias y políticas públicas que permiten sortear los obstáculos del presente y garantizar las extraordinarias ganancias del futuro.
Desde ese punto de vista, el modelo extractivista exportador no tiene límites y sólo está cuestionado por la movilización popular que a lo largo y ancho del país ha tomado en sus manos la defensa de la soberanía nacional en una porfiada pulseada en lograr visibilidad y unidad del pueblo todo.
            Los verdaderos obstáculos del modelo productivo tienen que ver con el crecimiento de la resistencia popular a este saqueo. De forma auto-organizada varios sectores del pueblo argentino busca frenar este saqueo e incidir en el destino de los bienes comunes de la naturaleza a favor de los usos respetados y populares de los bienes soberanos. Grandes batallas se dieron con importantes resultados para los sectores populares, como en la ciudad de Esquel en 2003, por nombrar sólo un ejemplo y más recientemente en Cinco Saltos prohibiendo el desarrollo del fracking (fractura hidráulica). Pero de todas formas el modelo extractivo exportador continúa.
            Las estrategias del gran capital transnacional son muy fuertes y cuentan con el Estado argentino como proa. La firma de acuerdos entre el Estado y los grandes grupos transnacionales, la difusión de un ideario de desarrollo y de sostenimiento económico y productivo que beneficia a la población con aumento de puestos de trabajo (el chantaje), que vendrían aparejados a este nuevo ciclo de mercantilización, apropiación y control de los bienes comunes de la naturaleza, son algunas de las estrategias de estos grandes capitales. Pero, también, llegan sin dudarlo hasta la represión social a cualquier intento de resistencia popular, como en la provincia de Catamarca en el verano de 2012. También, como si esto fuera poco, la sanción de la ley antiterrorista le da un marco legal y represivo a este modelo productivo, que le permite a las transnacionales tener grandes expectativas de continuar en el país” (…)
            Desde este lado, desde los que queremos disputarles a los grandes capitales la hegemonía del país, desde los que queremos una soberanía nacional que tenga como horizonte la soberanía popular como mecanismo para la emancipación de nuestro pueblo para detenerlos. Por este motivo, resulta indispensable que la Central de los Trabajadores de Argentina tome la iniciativa nacional a partir de instalar una Campaña Nacional por una Consulta Popular en defensa de los bienes comunes”.

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