El Espejo de Argentina y el Mundo

Año XX - Nº 226 (Segunda época)
Septiembre 2015

17 de marzo de 2013

Chávez y la revolución de las mujeres


8 de Marzo 

Por Elida Aponte Sánchez
La asunción de la revolución de las mujeres (Feminismo) por parte de Hugo
Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, fue un
proceso de concientización que lo llevó desde la percepción comprometida de
la vida de mujeres muy cercanas y amadas como su abuela Rosa Inés hasta
declararse Feminista y asumir el Feminismo como postulado político,
histórico y ético de la Revolución Bolivariana que -lo afirmó muchas veces-
debe ser a un tiempo, única e inescindiblemente: socialista y feminista,
feminista y socialista.


Esta convicción de pensamiento y acción que de manera gradual hasta
convertirse en enunciado de su praxis revolucionaria, es signo de su
gobierno fue la que lo llevó a tomar decisiones desde el año 1999, que
perviven como la prueba indubitable de que su compromiso no era mero
discurso ni se quedaba en el uso del femenino y el masculino (asunto sobre
el cual también insistió) sino que se concretaba en actos de trascendencia
histórica. Una muestra de ellos son: su apoyo y reconocimiento expreso al
trabajo y aportes de las mujeres en la Asamblea Nacional Constituyente de
1999, la creación del Instituto Nacional de la Mujer (1999), la defensa
expresa de la participación paritaria de las mujeres en el ámbito
político-electoral (y que aún no hemos logrado), la creación del Banco de
Desarrollo de la Mujer (Banmujer), la creación de la Misión Madres del
Barrio “Josefa Joaquina Sánchez”, la firma del Punto de Cuenta, en Consejo
de Ministros, al Ministerio de Finanzas atinente a la obligación de la
formulación de Presupuestos Sensibles al Género (2005), la promulgación de
la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia (2007), el impulso al Proyecto Madre, el apoyo al Programa de
Lactancia Materna, la creación de la Misión Niñas y Niños de la Patria, el
llamado a la incorporación masiva de las mujeres a las Misiones Sociales,
la creación del Ministerio de Estado para Asuntos de la Mujer y,
posteriormente, del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la
Igualdad de Género, solo por mencionar algunas. También, el Presidente
prestó un apoyo irrestricto a la promoción e incorporación de varias
mujeres como autoridades máximas de los otros poderes públicos distintos al
Ejecutivo, dándoles un espaldarazo incondicional.

El Presidente Chávez tuvo conciencia clara de la discriminación histórica
de las mujeres y donde quiera que él andaba, decía encontrarse con la
avalancha de necesidades de ellas, como lo expresó en varias oportunidades,
dentro y fuera de Venezuela, considerando que la revolución bolivariana es
la única esperanza. “Millones de mujeres en el mundo nos ven con esperanza
(…)” (2003), afirmaría el líder en uno de esos actos multitudinarios donde
las mujeres y él se expresaban su mutuo amor y compromiso militante.

Es llamativa la concientización que hizo el Presidente desde aquellas
primeras conversaciones sostenidas con la lideresa María León (La Leona)
como él mismo la llamaba, hasta su declaración, expresada en alta, clara e
inteligible voz de que él era feminista y feminista era, también, la
Revolución Bolivariana (2008) considerando que la “(…) la revolución es
mujer y con ustedes estaremos”, prometió el Presidente. Una declaración,
sembrada, por cierto, a orillas del Lago de Maracaibo (2008). No registra
la historia a otro Presidente, a otro revolucionario, con tan clara,
asertiva y desprejuiciada hoja de ruta.

En sus discursos aludía constantemente a la presencia de las mujeres
venezolanas en el proceso revolucionario, desde el principio. Diría: “(…) Y
fíjense que el pequeño trecho del camino que hemos hecho hasta ahora, si lo
revisamos, ahí conseguiremos la huella, el sudor, también la sangre, las
ideas y el amor de las mujeres venezolanas. Cómo olvidar a aquellas mujeres
que murieron el 4 de febrero de 1992 en Carabobo. Estudiantes de la
Universidad de Carabobo, por ejemplo, sólo para citar uno de tantos
ejemplos. Así que sangre de mujeres también hay en el camino. Lágrimas,
sudor, amor, semilla, siembra, lucha y esfuerzo” (2002).

Hugo Chávez Frías se confesó enemigo manifiesto del machismo, sabiendo que
este pervivía en nuestra sociedad “como enemigo que está dentro de nosotros
mismos” (2002) y que para acabarlo era necesario “(…) transformar las
estructuras”.

En este momento de pérdida física del hermano, del hijo Hugo Chávez Frías
como a él mismo le gustaba llamarse entre y para las mujeres, y en el Día
Internacional de la Mujer, es bueno traer a la memoria y anclarlo como
compromiso fundamental en los días por venir, su llamado: “(…) la
revolución no es un proceso exclusivo de los hombres, tristes los que así
lo piensan”.

Sirvan las palabras de nuestro Presidente para los hombres y las mujeres
que a partir de hoy asumen las primeras y más importantes responsabilidades
públicas de la revolución bolivariana, “(…) Yo estoy comprometido, no tengo
más nada que hacer en esta vida sino luchar por la unidad de todos, y sobre
todo ayudar a fortalecer los movimientos unitarios de las mujeres en
Venezuela, en América Latina y en el mundo” (Caracas, 2003). Ojalá que las
mismas se conviertan en el legado político, en la tarea más urgente e
importante a ejecutar y construir porque sin nosotras, sin las mujeres No hay
Revolución ni Matria-Patria ni democracia ni justicia ni Chávez.


Caracas, 8 de marzo de 2013- Fuente: Rima (Red Informativa de Mujeres de Argentina)
* Profesora de la Universidad del Zulia - Doctora en Estudios de Las Mujeres


  

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