Una imagen distinta, la misma estructura
Por Nicolás Alessio*
Elegir al cardenal Jorge Bergoglio como Papa es una jugada
maestra de la diplomacia vaticana. La Iglesia Católica,
a punto de naufragar entre escándalos financieros y sexuales, necesitaba
urgente otra "imagen" ante la opinión pública mundial y mucho más
en Latinoamérica. El perfil de Benedicto XVI, un alemán,
duro, rígido, inquisidor no logró poner a flote la "barca de Pedro".
Al contrario.
Necesitaban un hombre en Latinoamérica, el último bastión de católicos que debe ser preservado de las desviaciones populistas en política y de las herejías de los teólogos de la liberación.
Latinoamérica, la tierra de los mártires por la
justicia: Romero, Angelelli y tantos otros es un humus peligroso para la
ortodoxia religiosa.
La tierra del socialismo del siglo XXI y de gobiernos
pos neoliberales, huelen a "izquierda" y eso no es del agrado
vaticano.
Particularmente en Argentina, porque es el primer país
Latinoamericano que produce avances profundos en los derechos de
las minorías sexuales haciendo ley de la Nación el Matrimonio
Igualitario. Esto es una ofensa grave al pudor romano y a la dogmática moral
católica. Un mal ejemplo que debe ser exorcizado. De hecho, Bergoglio dijo a
las Hermanas Carmelitas "es la pretensión destructiva al plan de Dios. No
se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de
una movida del padre de la mentira". Para los neófitos en términos
religiosos el "padre de la mentira" es el demonio. Se trataba de una
guerra "santa".
Además, Argentina es pionera en llevar adelante los juicios
a los genocidas a lo largo y ancho de todo el país. Para una Iglesia que
todavía no se hace cargo de sus complicidades con los delincuentes de lesa
humanidad, los "juicios por memoria y justicia" son una bomba a
punto de estallar en sus propias narices. En los atrios de cada palacio
episcopal. Hay que desactivarla.
Argentina es un modelo para todo el continente en estos temas y también un modelo para todos los pueblos víctimas de las distintas formas del terrorismo de Estado y la homofobia. Esto Roma no lo puede ni perdonar, ni tolerar, ni dejar avanzar, atenta contra su pretendida imagen de santidad.
A muchos les queda la sensación de que algo comienza a cambiar y hablan de tener "esperanza". Me parece que es solo eso, una sensación. O un gran deseo convertido en ilusión. Por otro lado, vale la pena recordar que la esperanza cristiana no se funda ni en el Vaticano y menos en el Papado. Solo se funda en el Jesús del Evangelio.
Que me digan que es sencillo, austero y que anda en
subte ni le quita ni le agrega nada. Primatesta usaba una sotana
derruida, no tenía auto ni propiedades, también era sobrio y
frugal.
Es cierto que tal vez era peor un Papa del Opus Dei, o no
sé, porque a veces es mejor tener claro al adversario. Un conservador derechoso
de buena imagen no deja de ser un problema. Confunde.
Que se llame Francisco, poco honor le hace al Francisco de Asís, la "hermana pobreza" de los franciscanos no se sentía cómoda en los palacios romanos. Y por más que se llame "Francisco", el Papa es un monarca romano medieval. Cambia la imagen, solo la imagen. La estructura de poder es la misma, sus intereses los mismos.
En Argentina y en el continente, los sectores de la derecha serán fortalecidos, tanto los políticos, como los religiosos, ya están brindando. Les agarró un fervor religioso desconocido.
Pero como el Espíritu seguro no está en Roma y sí entre los excluidos que claman justicia, a dormir tranquilos y a seguir peleando. No nos silenciaron antes, tampoco podrán ahora.
Desde Córdoba, Pbro. teólogo
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