Estas páginas están abiertas para una discusión seria sobre las causas de esa frustración, a condición de que no se le cargue la responsabilidad a la fecha comicial fijada por Macri.
Analicemos por qué no se constituyó una estructura organizativa nacional sobre los puntos propuestos por Psur. No es que los consideremos suficientes, realmente potentes para una propuesta fundacional. Pero eso, propuesto sin debate ni apertura a la consideración militante, tampoco fue sostenido.
Bajo ciertas condiciones programáticas y metodológicas, vamos a apoyar la candidatura de Psur en Buenos Aires. Ni en sueño reclamamos algún cargo, como no lo hicimos en 2009. Pero es preciso mantener el compromiso con la Revolución en curso en América Latina, con Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y otros tantos países del Caribe. Es preciso definir de antemano que Buenos Aires, con una administración Psurista, adheriría inmediatamente al Alba.
Ante todo, es preciso que los titulares de esta fuerza se dispongan a hacer una campaña sobre la base de Asambleas. Reeditar (ahora con seriedad y responsabilidad políticas) la extraordinaria experiencia de masas vivida desde fines de 2001 hasta mediados de 2002. Promover la participación de la ciudadanía y someterse a las decisiones democráticamente adoptadas.
En nuestra opinión, no hay otro modo de ganarle a los aparatos de la internacional negra representada por Macri, ni al gobierno, que no pudo hasta la fecha decidir un candidato pero pondrá millones para contrarrestar el rechazo de la población al oficialismo.
Si están dispuestos, compañeros/as de Psur, cuenten con nuestro leal apoyo.
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