El actual conflicto del sector de salud, tiene su inicio en la ciudad de Esquel a mediados de diciembre de 2001, cuando trabajadores autoconvocados del Hospital Zonal y de Hospitales Rurales del Área Programática y de
A fines del mismo mes, el
Hospital Subzonal de Rawson se moviliza a casa de gobierno junto a dirigentes
de la conducción provincial de ATE, en demanda del pago de un bono navideño de
1000 pesos. Producto de este potencial conflicto, al que se sumaron
trabajadores de la administración central a fines de diciembre, el gobernador
Martín Buzzi anuncia la apertura de paritarias para discutir incrementos
salariales para todos los sectores. Para enero, ya estaban designados los
delegados paritarios para cada sector y a fines del mismo mes comienza la ronda
de reuniones entre la patronal y los gremios. En el caso de Salud, se sientan a
la mesa negocial ATE y Upcn. Atsa plantea la exclusión de estos gremios pues
considera que su gremio es el único legitimado para sentarse a negociar las
condiciones salariales de los trabajadores de la salud. Dicho recurso, que
fuera presentado ante la
Secretaria de Trabajo es rechazado, sólo logra demorar la
paritaria del sector, la cual igualmente se concreta “informalmente” entre ATE,
Upcn y el Ministerio de Salud. El 17 de febrero, estos gremios “acuerdan” con
el Ministro Osvaldo Luján un aumento salarial del 10 % a partir del mes de febrero
y del 7 % a partir de julio de 2012. Como no podía ser de otra manera, dicho
pacto entre amigos, que conllevaba implícitamente la paz social del sector, fue
cuestionado desde el momento mismo que fueran estampadas las rúbricas de los
Secretarios Generales Edgardo Hompanera y Walker Saibiene, de ATE y Upcn
respectivamente.
Cuando hablamos de que fue
cuestionado dicho acuerdo paritario, estamos diciendo que fue rechazado por las
bases; por la mayoría de la conducción provincial de ATE, por las seccionales
de Puerto Madryn y Comarca Andina de ATE, por el Centro de Jubilados de ATE y
por la Asociación
de Trabajadores de la
Sanidad.
Este arreglo entre patronal y cúpula sindical, le puso techo
a la paritaria (uno de los mas bajos del país) y paralizaba la negociación
salarial futura, al menos hasta el mes de agosto.
Inmediatamente, a principios del mes de marzo, debido a un
hecho violento producido en el Hospital Zonal de Trelew, en el cual fuera
agredido personal médico de la guardia, los trabajadores de dicho nosocomio se
vuelcan en forma masiva a las calles y se movilizan a la delegación o comisaría
local reclamando mayor seguridad. Nace aquí en su real dimensión el movimiento
de trabajadores autoconvocados, que luego fue incorporando a sus demandas
mejores condiciones laborales, vigencia de la ley de carrera, pase a planta de
los trabajadores precarizados, y otras demandas históricas del sector
(recategorizaciones, reubicaciones, descongelamiento de adicionales, étc). A
esta lucha se suman los trabajadores de los Hospitales de Rawson, Esquel y
finalmente Puerto Madryn. También participan activamente compañeros de los
Hospitales de Dolavon y Gaiman que se movilizan en forma conjunta con los
trabajadores del valle.
Comienzan las medidas de acción
directa decididas en asambleas y ATE, respetuoso de estas resoluciones da la
cobertura gremial, informando en tiempo y forma tanto al gobernador como al Ministro
del Área, como así también a la
Secretaría de Trabajo y a la Delegación Regional del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Las autoridades gubernamentales lejos de conciliar, se
dedican a menoscabar y ningunear a los trabajadores diciendo que son “tres o
cuatro”, que son “autoconvocados”, y ninguneando a la dirigencia gremial
alegando que sólo el Secretario General del Gremio puede ejercer la
representación gremial. Amenaza con declarar el paro ilegal y con la ayuda de
algunos pseudo dirigentes intentan confundir, dividir y socavar al colectivo de
los trabajadores en lucha.
Luego de cuatro movilizaciones a Casa
de Gobierno y al Ministerio y sin haber sido recibidos por funcionario alguno,
se anuncia la instalación de una carpa en las puertas de la cartera de salud,
por 24 horas. Ante la posibilidad de este evento el propio Ministro pide policía
y se ubican vallas que impiden el paso vehicular por la calle que da al frente
del Ministerio. Lejos de desistir, los trabajadores deciden ubicar la carpa
enfrente de la comisaría local y es ahí donde los policías comandados por
Miguel Gómez, otrora jefe del Geop - Grupo Especial de Operaciones Policiales -
, que fuera acusado por 12 casos de abuso policial en la localidad de Corcovado,
(aunque finalmente sobreseído a fines del año pasado), traspasan las vallas y
tratan de impedir que los trabajadores armen la carpa. Luego de forcejeos, golpes
y una compañera con una costilla fracturada, las autoridades de la Secretaría de Trabajo,
reaccionan y dictan la conciliación obligatoria.
Al cabo de casi un mes de
intensas negociaciones, se acuerda lo siguiente: reubicaciones, dos
categorizaciones, pase a planta de todos los trabajadores precarizados
(transitoria, planes, contratos de servicios y otras modalidades
contractuales), reconocimiento de la antigüedad para lo trabajadores de la
planta transitoria, discusión de la ley de carrera sanitaria a partir del 8 de
Junio y discusión salarial a partir del 2 de julio. En esa mesa estaban
sentados todos los gremios, incluido secretarios generales y adjunto de ATE y
trabajadores elegidos por las asambleas hospitalarias (la mayoría de estos
afiliados recientemente a nuestra asociación sindical). Es decir, se llega a un
acuerdo beneficioso para todos. Incluso se hizo un gran acto en Casa de
Gobierno, y luego de que terminara, los tres secretarios generales coronaron el
éxito de los trabajadores movilizados, con la foto con el Gobernador, su Vice,
el operador político Montoya, el Ministro Luján y el Secretario de Trabajo.
La paz duró sólo una semana, ya
que un sector del Gobierno, creyendo que la mejor estrategia era combatir a
aquellos trabajadores y dirigentes gremiales no alineados con la patronal, dos
días antes de tener que cumplir con su primer compromiso (primera reunión por
la ley de carrera sanitaria), deciden, en connivencia con lo tres secretarios
generales, (que lejos están por cierto de tener el acompañamiento de las
bases), modificar el acta rubricada por los trabajadores y parte de la
dirigencia de ATE, en la cual se sostenía que la representación de los
trabajadores emanaba de las asambleas. La primera reunión que debía realizarse
el 8 de junio finalmente se concreta el 15, pero fue finalmente suspendida ante
la presencia de trabajadores que reclamaban su derecho a participar, como había
sido acordado según acta homologada por la Secretaría de Trabajo.
El conflicto recrudece a partir del 2 de julio, fecha que el
Ministro de Salud recibe a los gremios y su propuesta salarial, consistente en
un 50 % de incremento en el básico y 50 % de incremento sobre un adicional
remunerativo. Esta propuesta, que logró el mayor consenso entre los
trabajadores, fue adoptada luego de haber sido elaborada por los compañeros de
Esquel. En términos monetarios nominales, con aumentos salariales que van de
los 1000 a los
2000 pesos para cada trabajador, lo que representaría una verdadera
recomposición salarial, para un sector que históricamente fuera relegado. La
postergación de sus demandas, se
justificaban en leyes de emergencia desde la década del 90 hasta el 2006, y de
esa fecha hasta el presente, aduciendo razones de política sanitaria, escasez
de recursos humanos, inversión en infraestructura edilicia. O que con una nueva
ley de carrera sanitaria el escalafón y los sueldos de este sector se iban a
ver beneficiados. Como queda en evidencia, esto nunca se concretó.
En pleno conflicto, el Gobierno
apoyó la destitución primero, y luego la expulsión del Secretario General
Adjunto de ATE, con militantes que se afiliaban rápidamente al gremio para
poder ser electos “congresales”.
Al margen de esta burda maniobra
del Gobierno, que a través de su monje negro Miguel Montoya, (quien con
anterioridad amenazaba con cesantear a la Secretaria Gremial de ATE, por
encabezar con otros dirigentes del sindicato el plan de lucha de los
trabajadores), la propuesta salarial de las autoridades sanitarias era de máxima y “superadora”. Así se encargaban de
publicar en todos los medios de prensa a su alcance, solicitadas, etc. La
“oferta”: “lo toman o lo dejan”, era la
siguiente: aumento a partir del mes de noviembre, no remunerativo (es decir, en
negro), 400 para lo que más ganan, 600 para las categorías intermedias y 1000
para los trabajadores que perciben algo así como 3500 pesos en la actualidad.
Esta ridícula propuesta y muy
poco seria, fue rechazada categóricamente por la mayoría de los trabajadores
reunidos en asamblea, quienes siguieron manifestándose ya no sólo en protesta
al Gobierno sino también a la dirigencia gremial (principalmente los tres secretarios
generales de los gremios), por considerar que estos últimos se encuentran en
una total connivencia con la patronal. Ellos insisten en que se debe firmar y
aceptar la propuesta del gobierno, no van a las asambleas ni a las
movilizaciones, dicen que “acompañan”, lo cierto es que los dirigentes no están
para acompañar sino para conducir y encabezar, y consideran que Tanto Sara
Barrera, Saibiene y Hompanera están del otro lado del mostrador, incluso
llegando a manifestarse en contra de los trabajadores en reiteradas
oportunidades, esto ultimo consta de innumerables actas y recortes
periodísticos.
Lo cierto es que hoy un conflicto
gremial termina transformado en un conflicto político que amenaza transformarse
en un problema social. Decimos que se transforma en una cuestión política,
cuando tanto Gobernador, Vicegobernador, Ministro de Gobierno y hasta el inepto
Ministro de la Familia intervienen en el conflicto echando más leña al fuego,
incluso gasolina en el caso de Maderna, declarando por los medios que médico
que no le guste el salario de empleado público, puede elegir trabajar en el
sector privado. ¿Es oportuno expresar semejante opinión cuando escasea el
recurso humano en salud pública?
Luego de cortes de calle y de
ruta, toma breve del Ministerio de Salud, más de treinta días de paro y
retenciones de servicios, innumerables e interminables asambleas, se suman hace
una semana los trabajadores del Hospital Regional, nos encontramos organizando
para el lunes 20 de agosto una Asamblea Provincial de Trabajadores en la ciudad
de Trelew y para el 21 de Agosto está prevista la que será una de las más
grandes movilizaciones de trabajadores de la salud de toda la provincia a la
ciudad de Rawson.
Lo cierto y a rigor de verdad que
nos quedamos sin interlocutores ni conciliadores ni quienes puedan acercar a
las partes para destrabar el conflicto, ya que la Secretaría de Trabajo hace
rato que abandonó su función principal y razón de ser. Queda claro que mientra
Miguel Montoya sea el hombre fuerte del Gobierno (fue quien dictó la caducidad
de la paritaria en ausencia del Gobernador) y el Vicegobernador sea quien tenga
la tarea de gobernar en la provincia en ausencia del gobernador (que es
permanente), no habrá paz en el sector ni conflicto que se solucione.
(Nota de la Redacción: al cierre de la edición, ante
versiones de solución de la problemática, Quiroga ratificó que la medida de
fuerza se mantenía hasta que haya certeza de que el gobierno llama al diálogo y
cuenten con la información sobre quiénes se sentarán a la mesa. Y señaló
también, que todas las actividades acordadas, asambleas, movilización se
sostienen).
Desde Chubut, Guillermo Quiroga (Secretario General Adjunto
y Congresal Nacional Consejo Directivo Provincial ATE – Secretario Gremial de
la Regional Rawson-Trelew de la CTA)
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