El Espejo de Argentina y el Mundo

Año XX - Nº 226 (Segunda época)
Septiembre 2015

24 de septiembre de 2012

Doctrina de Seguridad Nacional y masoquismo político

Opinión
Por Adolfo Pérez Esquivel
No hay que perder la capacidad del asombro, menos las broncas y la resistencia cuando la realidad nos enfrenta con aquello que creíamos superado: la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), que tanto daño hizo al continente y a nuestro país, hoy vuelve a aparecer con otro ropaje. Varias voces se levantaron señalando con la misma preocupación que expertos norteamericanos darían un curso a las fuerzas armadas y a civiles sobre Seguridad Nacional, las Guerras no convencionales y el control social ante las denominadas nuevas amenazas, tales como el narcotráfico, la violencia juvenil y el delito. Horacio Verbitsky publicó dos artículos (Welcome back, boys y Mentiras y guardaespaldas) que es necesario leer en el periódico Página 12 en los días domingo 9 y 16 de septiembre. En los mismos señala que la semana pasada el Ministerio de Defensa de la Nación organizó un curso para que el Brigadier Mayor Richard Goetze, veterano de los bombardeos durante la guerra en Vietnam que además fue agregado militar de Estados Unidos en la Argentina durante los primeros y peores años del terrorismo de Estado,diese un curso de formación estratégica a los funcionarios civiles y a militares argentinos.

Junto a Thomas C. Bruneau, profesor de Asuntos de Seguridad Nacional en la Es  cuela Naval de Posgrado, y Anne McGee, Coronel de la Fuerza Aérea, quienes supieron preparar y coordinar las órdenes de despliegue puestas a la firma del Pentágono, en operaciones en Afganistán e Irak, como en acciones de defensa interior; vinieron a la Argentinas invitados por el Ministro Puricelli para insistir sobre la importancia de la intervención de las Fuerzas Armadas ante estas denominadas nuevas amenazas. Al permitir que las Fuerzas Armadas argentinas y funcionarios civiles se formen nuevamente en la DSN “aggiornata”, el Ministro de Defensa y el Gobierno Nacional dan visto bueno a la idea de imponer el control social identificando al enemigo interno, restringiendo las libertades ciudadanas y asumiendo acciones represivas contra los movimientos sociales.
Asumen actitudes masoquistas que ponen en peligro la democracia y el derecho del pueblo.
Esa película ya la vimos y sufrimos, somos sobrevivientes del terrorismo de Estado
impuesto en el país basado en la DSN impuesta por los Estados Unidos en el continente. Verbitsky señala que quien hoy dirige el Grupo Militar en la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, es el coronel Patrick D. Hall, quien estaba asignado en Caracas cuando el presidente Hugo Chávez denunció la injerencia militar estadounidense en la política de su país.
   Los militares norteamericanos tratan de influir al gobierno para lograr la intervención de las Fuerzas Armadas en los problemas internos, que en nuestro país está prohibido por ley y para lo cual se ha escindido el Ministerio de Defensa del Ministerio de Seguridad, el cual pasó a ocuparse exclusivamente de los asuntos internos.
    Los Estados Unidos buscan imponer el control hemisférico y domesticar a las Fuerzas Armadas argentinas y del continente. Estos cursos son instancias preparatorias para la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas en Punta del Este, Uruguay, a realizarse entre el 7 al 10 de octubre. Me pregunto qué dirá el Ministro Puricelli en su exposición.
    El gobierno de Estados Unidos habla de la defensa de los derechos humanos
cuando en realidad los violan sistemáticamente.
  No es casual que se niegue a firmar el pacto de San José de Costa Rica dado que le permite eludir a la Comisión y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos mientras al mismo tiempo es el país que más financia estos organismos para que evalúen al resto de los países americanos que sí firmamos el pacto.
 Braian Wilson, quien fuera comandante de una unidad de combate de los Estados Unidos en Vietnam, vio cara a cara como se experimentó con las bombas racimo que dejaban mujeres, niños, hombres y animales destrozados, cortados por la mitad.
Reaccionó asqueado de ver la masacre orquestada por los profesores invitados, contra el pueblo vietnamita, tuvo el coraje de denunciar las atrocidades cometidas por su país y decidió dejar el ejército, los discursos y mentiras sobre la libertad y la democracia de su país. Con él hemos compartido acciones por la paz en Centro América y el mundo.
En el viaje realizado a Irak he visto el horror y la muerte pocos días después del bombardeo sobre Bagdad. Las fuerzas invasoras de Estados Unidos, Gran Bretaña y sus aliados mataron con bombas teledirigidas a más de 600 niños y sus madres. Lo llamaron hipócritamente: “daños colaterales”. Estos son algunos de los tantos hechos que hemos denunciado internacionalmente, así como también las torturas y vejaciones a prisioneros en las cárceles de Abu-Graib en Irak y de Guantánamo, en Cuba. Entre los prisioneros hay menores de edad, violando las Convenciones internacionales referentes a la seguridad de los niños y los prisioneros.  Las bases militares de los Estados Unidos en el continente responden a una clara estrategia de control continental. El “Plan Puebla-Panamá" para Centro América y Caribe; el Plan Colombia para la región andina; la Triple Frontera, integrada por Paraguay, Brasil y
Argentina; y las bases militares móviles en el Aeropuerto de Estigarribia,
Paraguay, cerca de la frontera con Bolivia; son parte de una táctica de pinzas
sobre nuestros países.
La base militar de la Otan en las Islas Malvinas con 1.500 efectivos y la reactivación de la IV Flota de Mar de los Estados Unidos, ponen en claro que buscan defender sus intereses y no el de los pueblos.
En este marco Estados Unidos asigna un rol a cada país de acuerdo a sus intereses para que garanticen sus conceptos de Seguridad y Defensa.
Lo preocupante es que tanto el Gobierno Nacional como el Ministro de Defensa Puricelli, acepten realizar éstos encuentros que promueven el sometimiento de nuestras políticas a las de Estados Unidos. Todo esto se realiza a espaldas del pueblo, sin un análisis sobre el rol de las Fuerzas Armadas en la construcción democrática.
La Argentina también ha sancionado recientemente la ley antiterrorista. Esa ley es otra  de las inversiones y a la cual el gobierno argentino se ha sometido.
La lucha en nuestro país y el continente debe ser contra el hambre, la pobreza, y por recuperar el derecho de los pueblos originarios a sus territorios, identidad  y valores.     También para generar junto a los jóvenes los espacios necesarios para su vida y desarrollo como personas con conciencia crítica, valores y un sentido profundo de la libertad y el amor a su pueblo. Es necesario ir a las causas y no quedarse en los efectos de la violencia que vive nuestra sociedad, que es estructural y social.
No desconocemos que el gobierno argentino tuvo actitudes y decisiones políticas positivas en cuando a la defensa de la democracia, frente a los recientes intentos de golpe de Estado en otros países del continente. Tenemos que rescatar esos hechos, como la intervención de la Unasur, pero se deben tener políticas coherentes. Tampoco se pueden negar los logros alcanzados y la recuperación del país después de la debacle del país en el 2001 y 2002. Pero volver a formar a nuestros militares en la DSN son gestos a la derecha que no ayudan a la estabilidad del Gobierno y le faltan el respeto a nuestro pueblo. Es nuestra obligación señalar los caminos equivocados al Gobierno para que refuerce las políticas que hacen al derecho del pueblo argentino a su auto-determinación y soberanía.
Reclamamos al Gobierno Nacional y sus ministros no caer en el olvido y la desmemoria. Costó mucho dolor y sufrimiento a nuestro pueblo llegar a dónde estamos. Nadie es dueño de la democracia y los derechos humanos, son valores integrales e indivisibles que pertenecen a los pueblos.



 

 

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