El Espejo de Argentina y el Mundo

Año XX - Nº 226 (Segunda época)
Septiembre 2015

17 de junio de 2012

Argentina Uruguay: la hegemonía del bloque dominante


Opinión
 
Por Julio A. Louis
 
Se comprueba diariamente, que en los países del Río de la Plata la hegemonía pertenece al bloque dominante del gran capital. Para prevalecer sobre otros una clase, un país, una etnia, un partido o una iglesia, necesita dos instrumentos: la coerción y la capacidad de convencer, de penetrar con las ideas y valores del sujeto dominante a los dominados (la hegemonía). La capacidad de convicción reside parcialmente en el Estado, pero también en una red de instituciones emanadas de la sociedad. El bloque dominante ejerce directamente esa capacidad de convicción, pero es llamativo que los gobiernos rotulados “progresistas” ya sea por actos de corrupción, debilidades ideológicas o escasez de personal calificado, faciliten y contribuyan a esa hegemonía del bloque dominante. Veamos algunos de los hechos recientes.

 
En Uruguay se anunció que la región y el país ingresaron en estado de alerta contra posibles acciones terroristas de Hezbollah, detrás del cual estaría Irán. El alerta -obvio-  proviene de Estados Unidos y/o de Israel, de la CIA y del Mossad.
Así, en tanto se prepara psicológicamente a la población contra supuestos terroristas, entrenadores de las tropas de elite de Estados Unidos  enseñan en la Marina a combatir acciones terroristas, con la aprobación del Parlamento. Sí, a iniciativa del Poder Ejecutivo (José Mujica y el Ministro de Defensa Nacional Fernández Huidobro), las Cámaras aprobaron por unanimidad el 9 de mayo, el ingreso durante un  mes de asesores estadounidenses y material de su Armada para instruir al Cuerpo de Fusileros Navales, merced a un trámite urgente que confundió -al menos- a algunos legisladores del Frente Amplio.
Una vez más, el gobierno desconoce el programa de la fuerza política que debiera representar, pues él se expide expresamente contra las acciones del Comando Sur, patrocinante de esta “instrucción” a la Armada. Las instructoras son las “Fuerzas Especiales” (Seals, su sigla en inglés), participantes en las intervenciones del imperialismo desde Cuba (1961). La autorización uruguaya coincide con las declaraciones de la nueva Embajadora de Estados Unidos exponiendo que su país ve como aliados en la región a Colombia, Chile y Uruguay.  Para el Presidente, el Ministro y sus subalternos, tanto da que los instructores sean estadounidenses, argentinos o de cualquier nacionalidad, desconociendo que estas misiones tienen la función de ganar “la amistad” de militares y suministrar a los instructores  el conocimiento profundo de nuestros pueblos, instituciones, costumbres, etc. Tal visita ha sido ignorada por los medios de comunicación. Mientras que las denuncias  hechas en el país y las provenientes de frenteamplistas del exterior  han tenido repercusiones en la prensa y en la interna del Frente.
En cambio, otros hechos que guardan relación con infortunadas declaraciones del Embajador argentino Dante Dovena, han tenido enorme difusión. Reporteado por el semanario de derecha “Búsqueda”, Dovena ha dicho que Tabaré Vázquez debe estar arrepintiéndose por sus declaraciones, el haber pensado solicitar la ayuda de Bush en el conflicto gestado en torno a la planta de celulosa de Botnia-UPM. Declaraciones infelices e innecesarias por provenir de un representante diplomático, que debiera tener en cuenta además que Vázquez se vislumbra como el próximo candidato del Frente para un tercer período de gobierno. Agravadas por dudar de la veracidad de la encuesta de la  empresa “Cifra”  -del politólogo Luis E. González- que pregunta si se prefiere en el conflicto de las Malvinas, que Uruguay apoye a Gran Bretaña, a Argentina o permanezca neutral. Las respuestas fueron de uno, 16 y 76  por ciento respectivamente.
Ellas reflejan la realidad de que el pueblo uruguayo no ve  con la óptica argentina el conflicto.
En la recepción de la Embajada argentina el 25 de mayo, Mujica abogó por descolonizar y “después vemos si las Malvinas son argentinas o uruguayas”. Lo dicho provocó una carcajada, aunque después agregó “porque todos los vínculos de ellas han sido siempre con Montevideo”. Un oyente perspicaz tendría que reflexionar que hay un enfoque diferente sobre el tema, reflexión que hubiera llevado al Embajador a no establecer otro juicio innecesario, que al cuestionar la honestidad de la encuesta constituye una interferencia. El resultado es que la oposición pide la comparecencia del Canciller en las Cámaras  para explicar su actitud ante tales declaraciones y a su vez, figuras representativas del FA (la diputada Laurnaga del PS) le han solicitado al Embajador que reconsidere sus afirmaciones, evitando otro problema al gobierno, acusado de sumiso frente al de Cristina Fernández.     
Cuando entra en vigor el Tratado del Pacífico -entre Chile, Perú, Colombia, México, al que han solicitado adherirse Panamá y Costa Rica- parece elemental reflexionar. Este Tratado tiene como promotor a Estados Unidos, como base a los Tratados de Libre Comercio que esos países han firmado con la potencia del norte y como peligro a la amenaza militar hacia dos direcciones: contra China  (la nueva estrategia norteamericana desplaza su centro de interés del Medio Oriente a Asia y el Océano Pacífico); y contra el resto de América, muy en especial,  los países del Alba (Ecuador queda rodeado) y los del Mercosur, especialmente el país más fuerte, Brasil. Es grave que Uruguay dé señales contradictorias, con Unasur pero a la vez, aceptando  la “amistad” de Estados Unidos; o que en Argentina, el gobierno tenga que   abortar la inauguración  de una base militar del  Comando Sur de Estados Unidos en Resistencia, Chaco, promovida por un gobernador del oficialismo, estratégicamente ubicada en el aeropuerto y de la que ya se construyeron dos edificios.    
¿No habrá llegado el tiempo de  que las fuerzas antiimperialistas y de izquierda intenten delinear perspectivas comunes, sentar bases firmes de contra-hegemonía, utilizando el lenguaje de Gramsci?  





No hay comentarios:

Publicar un comentario