2012: año de crisis económica
y creciente agitación política
Todos contra todos en el oficialismo. Todos contra todos en las clases dominantes. Y esto en un marco en que se derrumba el fantasioso “modelo” y a la vez comienzan a llegar los efectos de la crisis del capitalismo central. Por eso la quita de subsidios, el techo a las paritarias, el ataque a los docentes… La crisis se descarga, como siempre, sobre los asalariados. Para evitarlo el gobierno debería tomar un rumbo al que se negó desde el comienzo: romper con el G-20, sumarse al Alba, tomar medidas de fondo contra el capitalismo y enrumbarse al socialismo del siglo XXI. No lo hará. Y eso agravará todas las disputas internas a medida que la clase obrera y el pueblo comiencen a resistir. Los de arriba pueden todavía sólo porque los de abajo estamos como nunca antes divididos, desorientados, desarmados. La tarea está definida por esa situación: buscar puntos de unidad; encontrar la brújula de un programa; organizarnos. La gran responsabilidad del activo militante es encontrar el camino para alcanzar esos objetivos. Pero no se podrá dar el primer paso sin antes definir si damos una respuesta de raíz a la crisis o buscamos nuevas formas de sobrevivencia del capitalismo.
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